Me mueve un enorme deseo de hacer que las cosas sucedan, porque sé que soy capaz de muchas cosas y no voy a desperdiciar las oportunidades de demostrarlo.
Yo soy el protagonista del cambio que quiero hacer y no espero a que otros vengan a actuar por mí. No necesito salvadores, pero cuento con el apoyo de todos los que me rodean, porque mi causa es noble. Juntos conquistaremos los objetivos y superaremos cada desafío.
La perspectiva es estar siempre en el centro de las cosas, con autonomía y responsabilidad para cambiar el mundo que me rodea. Mis acciones, por sencillas que sean, repercuten tanto en las grandes gestas como en las situaciones más cotidianas. Sé que los detalles pueden influir positivamente en el día, la carrera y la vida de las personas, y no pierdo la oportunidad de contribuir con todo lo que esté a mi alcance.
Persisto una, dos, tres, innumerables veces, para alcanzar los objetivos, yendo mucho más allá de lo que podría considerarse mi parte.
Eventualmente no soy la solución, pero sé que puedo servir de puente entre los que pueden serlo. No soy entrometido, simplemente sé que la responsabilidad del éxito o del fracaso es de todos y principalmente mía. Así que, soy una luz en la vida de los que viven a mi alrededor.
No me justifico ante los demás, ni siquiera cuando algo no tiene éxito. Simplemente me disculpo, me sacudo el polvo y paso a la siguiente batalla, porque en la próxima oportunidad la conquista será mía.
Esta posición de vida requiere valor, porque es mucho más sencillo vivir diciendo “yo hice mi parte”, dando justificaciones por el fracaso, o echando la culpa a algo o a alguien.
Y si me dicen que es imposible o que no es mi problema, me motiva aún más seguir adelante, porque sé que estoy en el camino correcto y soy responsable de lo que sucede a mi alrededor.
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...veo un problema y me pongo al frente de la situación, ayudando a resolverlo, independientemente de mi posición o de quién sea la responsabilidad;
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...creo que soy capaz de hacer algo, por pequeño que sea, y entonces voy y lo hago;
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...centrarme en lo que puedo hacer en lugar de quejarme de lo que deberían hacer los demás
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...tengo el valor de hacer lo que hay que hacer, aunque los resultados sean inciertos.
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...escucho a todo el mundo antes de tomar cualquier decisión, tratando siempre de dar prioridad a lo que tiene sentido en el colectivo;
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...permito que la gente se organice para cumplir sus objetivos;
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...yo y mi equipo asumimos la responsabilidad de los fracasos, independientemente de mi función o de la nuestra;
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...doy autonomía a las personas para que hagan lo necesario y contribuyan a la consecución de los objetivos;
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...me responsabilizo por el conjunto, no sólo por mi parte, aunque haga mi parte muy bien
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...celebramos el éxito, independientemente del tamaño de nuestra contribución.
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...me comprometo con el equipo y contribuyo con todo lo que puedo para que se logren los objetivos;
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...hago lo que puedo;
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...doy un plazo o pido que se dé un plazo;
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... Tengo la disciplina de hacer lo que hay que hacer, independientemente de mi voluntad o estado de ánimo.
